Ada Xinxó o “Ada non stop”: energía, ilusión y dos ruedas para cambiar de vida
HISTORIAS REALES
Publicado 28 oct 2025
/
Por
Ona Canales
“Vayas donde vayas, siempre te encontrarás catalanes”, me asegura. Y me lo creo. Ir en bici le ha permitido conocer a sus mejores amigos y a gente de todas partes; en su casa y fuera de ella, bien lejos. Incluso en Nueva Zelanda. En una competición, hizo unos amigos belgas, y al cabo de tres años se los volvió a encontrar, pero en otro país y en otra carrera. Esta es la magia de la bici, según Ada Xinxó.
45 años, el sello de Sabadell en la piel y una pasión que involucra dos ruedas y muchas ganas de hacer piernas. Cotilleando su cuenta de Instagram, veo que se define con una frase que dice que la vida contemplativa la deja por otro día. Cuando hablo con ella, ratifico lo que ya me intuía que quería decir: “que no me sé estar quieta. Aunque esté de vacaciones, tengo que hacer una aventura u otra.”
Estupendo, pienso, nos encontramos ante un caso más de dinamismo extremo. A ver si aprendemos.
Ada hace carreras de BTT (o bicicleta de montaña, que también ahora lo queremos todo con siglas), tanto de larga distancia como de ultradistancia, y también carreras por etapas acá y allá. Esto se traduce, para quienes apenas nos estamos introduciendo humildemente en este submundo, en carreras de 70 a 120 kilómetros en el caso de la larga distancia y de 500 a 1000 en el de la ultradistancia. Por no hablar de las carreras por etapas. Me desmayo.
Lo más curioso, para mí, es descubrir los orígenes de esta afición. Porque Ada no siempre se ha dedicado a ella. Era secretaria de dirección de una empresa y un día dijo basta. Se pasó al campo de la bici, el cual a partir de los 30 años reconoció como su pasión, y ocupó cargos en tiendas de bicis, guías en bici y tiendas de deporte en línea. Una vez terminada - o al menos controlada - la pandemia del Covid-19, volvió a ser guía en bici (tanto de carretera como gravel), sobre todo para turistas ansiosos por absorber las bellezas del paisaje en el sur de Europa.
¿Pero por qué, la bici? Y aún más, ¿por qué con 27 o 28 años? “Quería cambiar la mala vida que llevaba”, cuenta. “Trabajar, salir de fiesta los fines de semana, fumar…”. Estableció el objetivo de reformular los hábitos y empezó a correr, pero se ahogaba. Empatizo, Ada. Más tarde probó la bici, y le gustó. Aquella experiencia se convirtió en una práctica saludable que además poseía un gran componente social y la llevaba a lugares donde no había estado nunca. Para rematarlo, un día (y como quien no quiere la cosa) se quedó impresionada después de haber hecho 80 kilómetros encima de la bici. Entonces lo vio claro y empezó a apuntarse a carreras.
Añade, aguantándose la risa, que pasó de irse a dormir a las 5h de la mañana a levantarse a las 6h para salir en bici. Qué giro de guion, Ada, lo reconozco. “De pequeña era muy torpe”, me confiesa. Se ve que había probado muchos deportes como actividades extraescolares, pero que no terminaban de convencerle. Sin embargo, durante las vacaciones sus primos y ella se movían en bici. De mayor la volvió a probar y le fue como anillo al dedo. También, en parte, porque la condujo un rato en medio de la naturaleza, que siempre va bien.
Antes de preguntarle por Salssa (no, todavía no ha probado ninguno pouch), intento indagar en el vínculo que mantiene entre alimentación y deporte. Me deja sin palabras cuando, sin ningún tipo de manía, comenta que “soy mucho de comer lo que me apetece e intentar hacerlo equilibradamente.” No le da muchas vueltas, cosa que, en realidad, no me parece nada mal. ¡Cada cual, con lo suyo!
Para terminar, recurro a una pregunta típica que de repente me parece misteriosa: ¿podrías estar bien, sin hacer deporte? “No. Necesito moverme”, declara en un mix entre ilusión, energía y vivacidad.
No me extraña que la llamen “Ada non stop”.
Únete a la comunidad de Salssa
Descubre como nuestros pouches te llevarán al siguiente nivel





