Pero ¿por qué, trial, y no otro deporte? “Me viene de familia”, señala. Su abuelo ya competía, y la pasión por el motor pasó de generación en generación. Su padre, su tío, sus hermanos… A todos les gustaba. “Era una forma de unirnos.” Cuando le pregunto por qué se debería practicar, me dice que es la base de todos los deportes de motor. “Si tú sabes hacer trial, lo puedes hacer todo.” Añade que muchas veces la gente ve las motos como algo peligroso, pero que el trial no tiene velocidad, y eso reduce la posibilidad de hacerse daño. “Es una disciplina muy chula.”

¿Y dónde queda la nutrición? ¿Por qué hay que tenerla en cuenta? “Si no tienes una alimentación adecuada –me explica–, la energía en los entrenamientos y competiciones no es óptima, y entonces aumenta el riesgo de sufrir lesiones deportivas.” Pasa sobre todo en deportes como el trial, en los que “el volumen de entrenamiento y la exigencia física son muy altos.” Me lo creo. Intento disimular cuando le pregunto qué es lo más básico que hay que hacer para tener una dieta más sana (así, de manera impersonal). “Comer de todo y variado, en la medida y la cantidad adecuadas”, asegura. Tomad nota.

Por cierto, ha probado los pouches de Salssa. Parece honesta cuando dice que le gustan mucho, y que los recomendaría. Que su composición nutricional no tiene nada que ver con la de otros productos del mercado. Y tiene razón. No hace falta que os fieis de mí, pero si lo dice ella…